Una semilla bien llamada ancestralmente “nuez maya” y en nuestra Tierra Querida conocida como Guáimaro , es el fruto que está transformando la vida productiva de veredas de la región Caribe, gracias al trabajo comunitario y de conservación a su alrededor; y al impacto que ya está generando en las cocinas colombianas por su uso como harina, fruta, bebida energética y como proteína.
Además de ser un fruto de muchas facetas gastronómicas, el Guáimaro tiene un alto valor nutricional por sus aportes en proteína, calcio, hierro, potasio, fibra, magnesio, zinc y vitaminas. El uso más interesante hasta el momento, ha sido la harina de Guáimaro , preparada artesanalmente por campesinos de la zona, con la que se cocinan recetas como galletas, pancakes, tortas, panes, pastas entre otras diversidades.
Otra razón extraordinaria para potenciar este Árbol, también considerado el “Árbol Fénix”, es que aporta grandes nutrientes a la tierra y es una de las mejores especies para la conservación de las cuencas hídricas y manantiales, gracias a que tiene un sistema radicular enorme. Da buena sombra, protege los suelos de la erosión, es resistente a la sequía y los huracanes.
Quienes se han tomado la bandera de conservar y reforestar el Bosque Seco de la región Caribe, así como a la tarea de promover el Guáimaro a través de un acompañamiento permanente y a la capacitación técnica y comercial en las comunidades, es la Fundación Envol Vert. Logrando comunidades cohesionadas y articuladas como la de la vereda Los Límites, quienes incluso han creado la Asociación de Campesinos de Los Límites, ASOCALIM, cuyo lider Victor Olivares, ha logrado promover gracias a su conocimiento del fruto, todos los aportes gastronómicos y el valor que ha traído a la comunidad.





